Quizás en otros cuerpos, no lo se, quizás en otras tierras, o quizás tampoco, a saber.
Quizás en los sueños, quizás en las fantasías.
Lo cierto es que te miro sin que me mires, te sueño sin que me sueñes.
Y así es la realidad, ni es un puñal, ni es motivo de mi tormento.